Con mucha frecuencia observamos el fenomeno de la violencia basados en las cifras de los medios de comunicación. Cifras que ciertamente nos dan luz de los que sucede a nivel nacional o internacional. Pero, pocas veces nos ponemos a reflexionar que esa macroviolencia es causada por esa microviolencia doméstica.
Los grandes magnicidios, homicidios, feminicidios,infanticidios, y todos los demás tipos de violencia son causados desde el hogar. La palabras ácidas, las miradas frívolas, los silencios que matan, son semillas de violencia. Ese desprecio a los jóvenes por el solo hecho de ser jóvenes, esa manipulación de conciencias, esos abusos familiares, siembran violencia.
No olvidemos la palabra del Señor, "Lo que siembres, eso cosecharás"... Siembra paz para que cultives paz, siembra amor par que cultives amor, siembra vida para que cultives vida, y vida eterna en comunión con Dios. Animo. No solo un no rotundo a la violencia, sino un si positivo, alentador, entusiasmante a la paz de Dios.
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