Maria Desolada.
No tengo otra madre fuera de ella.
En ella está toda la Iglesia para la eternidad,
Y toda su obra en la unidad.
En su designio el mío.
Iré por el mundo reviviéndola.
Toda separación será mía.
Todo despego del bien que he hecho,
Una aportación para edificar a María.
En su Stabat, mi “estar”.
En su Stabat, mi “ir”.
Hortus conclusus
y fuente sellada;
cultivaré sus virtudes más amadas
para que sobre mi nada silenciosa
resplandezca la Sabiduría de Ella.
Y que muchos, todos sus hijos predilectos,
Los más necesitados de su misericordia,
Tengan por doquier su maternal presencia
En otra pequeña María.
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