Nuestros jóvenes han sido puntas de lanza para la lucha de cotos de poder. Cotos de poder sin rostro, pero si con violencia como motivacion.
Cada día mas jovenes son reclutados, explotados y asesinados por fuerzas utilitaristas. Nuestros jóvenes se han convertido en una mercancía que se compra, se usa, se tira, se elimina, se sustituye con una facilidad fatal.
Ante esta situación surge una pregunta ¿Quien falló a quien? ¿La patria a los jovenes? o ¿los jovenes a la patria?
¿No será que ahora mas que nunca necesitamos una revolución que nos saque de esta violencia desatada y loca? Ahora mas que nunca necesitamos de la rebeldía santa de los jovenes que no se han conformado con lo tradicional. La violencia se comienza a considerar una tradición en México, como ya lo es la corrupción y la impunidad.
Dios mio danos fuerza para impulsar una revolución de la violencia que nos lleve a la paz que tu deseaste en la tierra. Danos el coraje de la guerra, para sembrar la paz en nuestro México.
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