¡Estamos de fiesta! ¡Somos peregrinos! La caminata inicia. Es la 1 de la madrugada y la ciudad parece dormir. Pero no. Late ya en las venas de la ciudad, la fe que mueve montañas. La fe que mueve miles y miles de personas a acompañar a la imagen bendita de Nuestra Señora de Zapopan. Son Jóvenes, adulto, niños, ancianos. Todos. todos en camino al encuentro con Ella.
La multitud no se mueve sola. Es la llama de amor que cada uno lleva en el corazón lo que propulsa a un pueblo a caminar en peregrinación. Caminatas de amor que nos hablan de que somos caminantes al Amor Eterno. Aventuras a lo divino, que nos impulsan a vivir como auténticos católicos. A gozar y a gozarnos de lo grande hermosa y santa que es nuestra Madre la Iglesia.
Somos peregrinos ¡Si! pero también somos discipulos y misioneros que vamos tras las huellas de Jesús al encuentro de su Madre, nuestra Madre.
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